Eran al rededor de las 8 de la mañana en el año 1971. Íbamos hacia Támesis por la carretera vieja a La Pintada en un Ford 54. En el carro íbamos mi tía y el esposo, mi mamá, mi papá, mi hermana y yo. Delante de nosotros iba un camión con unas canecas. Llegando a Santa Barbara el camión tomó el carril de la izquierda chocando con un bus que venía con cupo completo quedando atrapado contra la barranca bloqueando sus puertas. Inmediatamente las canecas comenzaron a explotar, las llamas eran altísimas acompañadas de una columna de humo densa que en segundos se habían apoderado del bus, el líquido debió haber sido muy inflamable. Mi tio afortunadamente reaccionó rápido y se salio del camino. Era una escena impresionante!. Las personas saltaban por las ventanas. Era la época de la ropa de Terlete y está con el calor se derretía y se pegaba de la piel. La gente salía con la piel desprendida y enroscada como pliegos de cartulina. Todos lloraban. Era aterrador!!. La falta de información de como se trataban las quemaduras hacia que las señoras entregaran a los quemados todas sus cremas de manos, humectantes y para las arrugas. Pasaban los ratos y no aparecía ninguna ambulancia. Esto fué un evento de casi todo el día que siempre permanece en mi mente.
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