Como todo al principio fué mágico, el era un hombre excepcional que me trataba con dulzura, respeto y ternura, el que predicaba ante sus amigos su infinito amor, siempre muy unidos, muy complices, nos convertimos entonces para muchos en la pareja ideal, pero pasó el tiempo y de ese hombre se fueron perdiendo muchos encantos, comenzó a gerenciar nuestra relación, se volvió frio y calculador, un egoísta que menos preciaba a todos y terminó como un hombre mentiroso, maltratador, agresivo e injusto. Convivir con esos dos últimos hombres fue difícil y más doloroso ver como se desdibujaba el primero, porque aún al final, en medio de la decepción y el dolor, seguía enamorada y extrañando el original aquel que era mi sol y mi vida!.
Comentarios
Publicar un comentario