En 1980, un amigo me invitó a última hora a un baile de disfraces, como no teníamos nada preparado, decidimos disfrazarnos de Griegos. Con la complicidad de mi hermana la mayor lo hicimos. Ella, nos colaboró en el doblez de las sabanas que usamos como vestido, le confecciono una corona de "laurel" a mi amigo con las matas de mi mamá y me ayudo a realizar mi peinado. Cuando llegamos a la fiesta, nuestros atuendos fueron la sensación!. Como la reunión era en un sitio muy alto y frio y nuestro traje tan descubierto decidimos gozarnos el rato bailando mucho. Lo más sorprendente para nosotros fue que a la hora de la premiación, resultamos los ganadores. Fue emocionante!
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