Llego la época de las fiestas de 15 años, mínimo eran dos invitaciones a fiestas por mes. Mi mamá me había confeccionado un vestido blanco de lunares verdes. Creo que la situación económica en casa no era la mejor, pues mientras mis compañeras asistían a cada fiesta con un traje diferente, yo siempre iba con el mismo, eso si, con una variación diferente en cada fiesta. Luego de usar la version original, a la siguiente fiesta tenía una faja verde, a la otra fiesta un chal, a la otra un broche..... que mamá tan creativa!!!.... lo que no se fijo era que la tela del vestido era un poco llamativa!